Las Ruinas de Engombe, belleza de mi municipio.

30051589_1623833454332059_1964181345961856631_oEn Santo Domingo Oeste hay bellezas “Las Ruinas de Engombe” son ejemplo de ello, se fundaron en el siglo XVI convirtiéndose en ese entonces en un poderoso ingenio de la época colonial, uno de los primeros ingenios azucarero del continente americano llamado Santa Ana, que posteriormente pasó a llamarse Engombe, nombre que fue tomado de la lengua Bantu. Este ingenio fue fundado por Pedro Vásquez de Mella y Esteban Justinián, mercader genovés, en la ribera del río Haina.

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Las ruinas están compuestas por cuatro edificaciones: la Casona o Palacio, la Iglesia, el Galpón o Almacén y el Trapiche, las cuales son consideradas como parte de las riquezas arquitectónicas de la República Dominicana, como Monumento Nacional.

Están ubicadas en el parque Mirador Del Oeste y fueron declaradas como área protegida en 1993, mediante el decreto 183-93 del presidente Joaquín Balaguer, este decreto que ordenaba la creación de un cinturón verde que rodeara el entorno urbano de la ciudad de Santo Domingo.

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El parque forma parte del Cinturón Verde y protege los cursos de agua del río Haina, conserva humedales, bosques de galerías originales y hábitats especiales que sirven de refugio a las aves acuáticas migratorias y a otras especies de gran valor, así como a las ruinas históricas del Palacio de Engombe y de Palavé.

El palacio es de dos niveles y aún conserva su estilo señorial. Perdió sus escaleras pero conserva su aire galán que demuestra el modo de vida característica de la época colonial.

Santa Ana es el primer nombre de la pequeña Iglesia, erigida a la izquierda del palacio, es un templo de un solo nivel, su techo es de dos vertientes convirtiéndose en una media cúpula en la parte que corresponde al altar.

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El campanario de la capilla presenta una de las mayores fortalezas de la edificación, ya que según los expertos, es el contrafuerte de la edificación, junto a la sacristía, contrarrestando la carga arquitectónica del semiarco de la bóveda.

A pesar de su importancia, pocos conocen de su existencia. Es un espacio llamativo, no solo por sus riquezas históricas, sino también por el área que lo rodea, la que es muy utilizada para sesiones fotográficas y que es ideal para la recreación, recorridos turísticos – ecológicos, gracias al encanto de los recursos naturales que posee.

Por: Anabel Nuñez, #ArticulandoSDO

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